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Nos pasa a todos. Buscamos el punto estratégico para colocar nuestro router y tener wifi en cualquier parte de nuestra casa. Encontramos el lugar perfecto, en el centro de todo, y cuando lo probamos todavía hay lugares donde la conexión no llega con suficiente fuerza. Pero, ¿por qué ocurre esto?
Es fácil. No solo las propias paredes y materiales de construcción pueden llegar a obstruir la señal que envía un router. Hay objetos que por su composición o superficie causan interferencias en la señales inalámbricas y dificultan el envío de las ondas, tanto de redes wifi, como de cobertura móvil, tecnología Bluetooth, etc.
Aunque son muchos los elementos que podrían interferir en la señal de tu router, estos son los 3 objetos principales que (prácticamente) todos tenemos en casa:
1. Electrodomésticos
Es muy común tener problemas de recepción de señal wifi en las cocinas. La cantidad de componentes electrónicos o el metal de los electrodomésticos provocan interferencias en la señal wifi. Cuantos más electrodomésticos tengamos (frigorífico, lavavajillas, horno, microondas…) peor conexión tendremos en esta zona de la casa.
2. Los espejos y elementos reflectantes
Las superficies reflectantes, como los espejos, hacen rebotar la luz pero también las ondas. Ocurre lo mismo con ventanas, azulejos, pintura brillante o incluso con acuarios (cuya agua provoca además cambios en la dirección de las ondas electromagnéticas). Por eso, es mejor no colocar el router cerca de cualquier elemento reflectante.
3. Tu televisión
Parece que no tiene importancia, pero colocar un router detrás de una televisión es un grave error. Sí, de esta forma el router queda oculto a la vista y puedes conectar directamente tu smart tv a internet con un cable corto, pero tendremos una placa de metal gigante delante de nuestro dispositivo.
¿Conclusión? Una señal mucho más débil que no se propaga por ningún lado. Mejor coloca el router lejos de tu televisor y consigue un cable ethernet más largo para conectar la tele a internet.
Identifica el problema
Vidrio templado, cables mal protegidos, muebles metálicos… Son muchos los elementos que pueden estar evitando que te llegue el wifi a esa zona de la casa. Haz pruebas, mueve algunos objetos o busca información en Internet para saber qué es exactamente lo que está provocando interferencias.
También puedes preguntarnos y te ayudaremos a sacar el máximo partido a tu conexión.
