Las telecomunicaciones son clave en la era digital, pero representan un atractivo para los ciberdelincuentes. Con la digitalización y la adopción de la Inteligencia Artificial, los riesgos han aumentado.
Las empresas consideran que la IA representa una oportunidad, pero también un desafío. Si su implementación puede mejorar la seguridad mediante un análisis y la detección de amenazas en tiempo real, también introduce nuevos riesgos. Según datos recientes, el sector de las telecomunicaciones fue objetivo del 57% de los ataques de denegación de servicio distribuido en todos los sectores durante parte del 2024. Esto hace que sea urgente la necesidad de fortalecer la ciberseguridad y adaptarse a un nuevo panorama de amenazas en una constante evolución.
Habilidad, reinversión en capacitación y cooperación.
Uno de los desafíos que enfrentan las empresas es la gestión del talento. El 73% de los líderes en el sector considera que atraer y retener talento es la prioridad en su estrategia. Con la evolución de la automatización y digitalización, los empresarios necesitan adquirir nuevas habilidades para mantenerse competitivos en el mercado.
El 85% de los empleados de sector piensan que se necesitará una transformación para responder a las nuevas exigencias del mercado. La recapacitación del talento es importante para garantizar que los trabajadores puedan manejar las tecnologías como la Inteligencia Artificial, la automatización en redes entre otros.
La colaboración entre empresas, gobiernos e instituciones educativas es fundamental para abordar estas habilidades. Una continua formación y los programas de capacitación en ciberseguridad e Inteligencia Artificial son clave para preparar a los empleados.
Digitalización empresarial.
La transformación digital en el sector ha sido impulsada principalmente por la automatización en los procesos y en las redes basadas en el software. Sin embargo, la IA está surgiendo como el motor de cambio en los próximos años. Su capacidad para analizar grandes volúmenes de datos, optimizar redes y mejorar la eficiencia operativa la convierten en una herramienta esencial para el futuro.
El establecimiento de indicadores de rendimiento (KPI) es fundamental para medir el éxito de la transformación digital. Según algunos estudios, el 79% de las empresas de telecomunicaciones cree que la IA duplicará la eficiencia en los siguientes años. Esto da importancia a la necesidad de adoptar estrategias claras y definir métricas que permitan evaluar el impacto de la IA en la operación y seguridad de las telecomunicaciones.
La ruptura de la cadena de valor: un riesgo creciente.
El ecosistema de las telecomunicaciones está en constante evolución y los operadores enfrentan competencia no solo en proveedores de conectividad, sino también de nuevos actores. Los hiperescalares, como los gigantes tecnológicos ofrecen infraestructura en la nube, son vistos como una amenaza por el 76% de los líderes del sector, mientras que un 29% identifica a los operadores de satélites como un riesgo.
Estas empresas pueden ser aliados estratégicos en ciertos ámbitos, su influencia en el mercado requiere una gestión proactiva para evitar que desplacen a los tradicionales operadores. Las empresas deben desarrollar estrategias innovadoras para mantener su relevancia en este nuevo programa.
Riesgo clave en telecomunicaciones
Este sector enfrenta múltiples desafíos que pueden comprometer el crecimiento y estabilidad. Algunos de ellos son:
– Subestimar los imperativos cambiantes en privacidad, confianza y seguridad.
– Coordinación inadecuada del talento, las habilidades y la cultura empresarial.
– Transformación ineficaz a través de nuevas tecnologías.
– Gestión ineficiente de la agenda de la sostenibilidad.
– Limitación para aprovechar los nuevos modelos de negocio.
– Fiabilidad y resiliencia insuficientes en la red.
– Falta de compromiso con los ecosistemas externos.
– Incompetencia para mitigar la interrupción de la cadena de valor.
– Incapacidad para adaptarse al cambiante panorama regulatorio y político.
– Contar con modelos operativos inadecuados para maximizar la creación de valor.
Para abordar estos desafíos se requiere un enfoque que combine el fortalecimiento de la ciberseguridad, la inversión en el talento y la adopción de tecnologías emergentes como la Inteligencia Artificial. Esas empresas que logren equilibrar estos factores se posicionarán mejor para enfrentar el futuro y aprovechar las oportunidades que la transformación digital ofrece.
La Inteligencia Artificial y la ciberseguridad están redefiniendo el panorama de las telecomunicaciones. Aunque la IA puede mejorar la seguridad y eficiencia conllevan nuevos riesgos que se deben gestionar con las diferentes estrategias adecuadas. La transformación digital es un proceso que no se puede evitar y las empresas deben adaptarse invirtiendo en tecnología, talento y en modelos operativos resistentes.
El futuro de este sector dependerá de su capacidad de innovar, colaborar con otros actores y fortalecer sus medidas de ciberseguridad. Solo aquellas que logren equilibrar estos elementos aprovecharán al máximo el potencial de la inteligencia artificial y se podrán mantener competitivas en un entorno que está constantemente evolucionando y modernizándose.
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